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Quizá, en realidad, así era ella.
la con trancas y sin libertades.
soliendo caminar por las calles con los pies descalzos, aproximándose a la excitación más pura que experimentó jamás.
la de reírse de lo absurdo, la de no callar en lo pertinente, la inmadura.
¿insípida? al carajo.
invadida por placebos de su alma, buscando temores que romper.
soñando en ser alguien como las de la televisión, de las revistas, cuánta cosa te hace sentir una mierda.
saliendo del capullo, pero ésta vez, la mariposa no tenía alas.
y no porque la gente no pueda volar sabes?
porque se las arrancaron, el destino y los rostros que tenía que olvidar, ella.
Nunca buscó justicia, nunca quiso amores, ni a alguien que dedicarle una canción, era ella y su danza, era ella y el viento.
y, ahora, que busca justicia y quiere amores.
Es ella, y los demás.