martes, enero 4

Santiago está lleno de gente loca, huevón, de viejas atormentadas, de viejos que les gotea la nariz y les patina. Ya viste lo que le pasó al Bolilla la otra vez, estaba escuchando a los Quilapayún en su casa y tres horas después, cuando ya había dejado de oír el disco, la vieja de enfrente fue a patear su puerta y lo puteó porque ella había sido torturada por la CNI y quién era él, mocoso de mierda, para andar escuchando El pueblo unido jamás será vencido, que ella sufrió la tortura en carne viva y con qué derecho él se llenaba la boca con la lucha y venceremos. Y el Bolilla no entendía, se disculpaba de nada, tratando de calmar a la vieja, que le daba patadas en las canillas. Imagínate, tres horas después. La vieja estuvo todo ese tiempo con el rollo girando en su cabeza antes de salir. Así que no te persigas. Es normal.
- ¿Y que pasó?
- La vieja se fue echando pericos y garabatos en francés. Y le dejó las canillas peladas al Bolilla.
- ¡Cresta!